Por favor, siéntate cómodamente, cierra tus ojos y, si lo deseas, pon una mano sobre tu corazón o en otro lugar tranquilizador para recordarte traer no sólo conciencia sino conciencia amorosa a tu experiencia y a ti mism@.
Saboreando la respiración
- Toma unas cuantas respiraciones profundas y relajantes, notando cómo tu respiración nutre tu cuerpo cuando inhalas y tranquiliza tu cuerpo cuando exhalas.
- Ahora, date permiso para que tu respiración encuentre su propio ritmo natural. Continúa sintiendo la sensación de la inspiración y de la espiración. Si lo deseas, date permiso para ser suavemente acunado y cuidado por el ritmo de tu respiración.
Dando calidez a la conciencia
- Ahora, centra tu atención únicamente en tu inspiración, dándote permiso para saborear la sensación de la inspiración, una respiración tras otra, tal vez notando cómo la inspiración energiza tu cuerpo.
- Si lo deseas, cada vez que inspires, inspira amabilidad y compasión para ti. Simplemente siente la cualidad de la amabilidad y de la compasión cuando inspiras o, si lo prefieres, une una palabra o una imagen de bondad a tu respiración.
- Ahora, cambia el foco de tu atención a tu espiración, sintiendo que todo tu cuerpo espira, sintiendo la comodidad de la exhalación.
- A continuación, trae a tu mente a alguien a quien quieres o alguien que está sufriendo y necesita compasión. Visualiza claramente a esa persona en tu mente.
- Comienza dirigiendo tu espiración a esa persona, ofreciéndole la comodidad de la espiración.
- Si lo deseas, con cada espiración, envía amabilidad y compasión a esa persona, una respiración tras otra.
Inspiro para mí, espiro para ti
- Ahora, centra de nuevo tu atención en la sensación de la respiración en su totalidad, inspirando y espirando, saboreando la sensación de inspirar y de espirar.
- Comienza a inspirar para ti y espirar para la otra persona. “Inspiro para mí y espiro para ti”. “Una para mí y otra para ti”.
- Y cada vez que respires, trae amabilidad y compasión para ti en la inspiración, y envía algo bueno para la otra persona en la espiración.
- Siéntete libre para ajustar el equilibrio entre la inspiración y la espiración -“Dos para mí y una para ti” o “Una para mí y tres para ti” – o simplemente permite que fluya por igual, lo que sientas que está bien para ti en este momento.
- Suelta cualquier esfuerzo innecesario, dándote permiso para que esta meditación sea tan sencilla como la respiración.
- Permite que tu respiración fluya hacia adentro y hacia afuera, igual que el océano entrando y saliendo – fluyendo sin límites. Date permiso para ser una parte de este flujo ilimitado. Un océano de compasión.
- Abre suavemente tus ojos.