El dolor de la desconexión

El enfado no es necesariamente malo, sino que tiene algunas funciones positivas ya que nos permite descubrir necesidades insatisfechas y responder a las mismas con autocompasión.

El dolor de la desconexión aparece cuando somos rechazados por otros o no sentimos distantes o solos. La desconexión provoca gran cantidad de emociones duras y blandas.

El enfado es un sentimiento duro muy común, dirigido hacia aquellos que nos han hecho daño a través de la desconexión. Sin embargo como anticipamos al inicio, el enfado no es necesariamente malo, sino que también tiene algunas funciones positivas, como cualquier otra emoción.

  • El enfado no da información de que alguien ha sobrepasado nuestros límites y nos ha lastimado de alguna manera.
  • El enfado puede proporcionarnos la energía necesaria para protegernos y tomar medidas para realizar un cambio.
  • El enfado puede ser sabio, si reduce el daño a uno mismo o a los demás: Compasión Yang.

¿ Cuándo es dañino el enfado ?

  • El enfado puede ser malo, mental y físicamente, para nuestra salud.
  • El enfado puede destruir las relaciones.
  • El enfado nos saca del momento presente

Si continuamente endurecemos nuestras emociones en un interno de protegernos contra los ataques, con el tiempo podremos desarrollar amargura y resentimiento.

La amargura y el resentimiento son sentimientos duros y por tanto, resistentes al cambio; a menudo cargamos con ellos incluso cuando ya no los necesitamos más.

Podemos acercarnos al enfado con mindfulness y autocompasión cuando decidimos que ya no es útil, pudiendo entonces decidir aprender a responder de otra manera.

El primer paso es validar el enfado; no te castigues por el simple hecho de estar enfadada, es lógico enojarnos cuando nos lastimamos. (humanidad compartida).

El segundo paso es identificar los sentimientos blandos que hay detrás del sentimiento duro del enfado. A menudo el enfado está protegiendo sentimientos más tiernos y sensibles. Esos sentimientos pueden ser el sentirte asustado, perdido, inseguro…

El tercer paso es identificar las necesidades insatisfechas que habitualmente se esconden detrás de los sentimientos blancos como por ejemplo la necesidad de ser visto, escuchado, validado, conectado, respetado o conocido.

La necesidad más universal es la necesidad de ser amado.  Está necesidad no satisfecha, a menudo se encuentra en el fondo del enfado.

El cuarto paso la autocompasión. Mediante la autocompasión podemos finalmente recibir el amor que hemos anhelado de los demás durante tanto tiempo.

PROPUESTA: Realiza el ejercicio Colmar las Necesidades Insatisfechas para profundizar en este trabajo.