A continuación, te describiré algunos de los principales beneficios:

Filtración del aire: La nariz está diseñada para filtrar, humidificar y calentar el aire que inhalamos antes de que llegue a los pulmones. Cuando inhalamos por la nariz, el aire es filtrado para eliminar las partículas nocivas del aire, como el polvo, los alérgenos, los virus y las bacterias, lo que ayuda a prevenir infecciones respiratorias. Además, la nariz también contiene vellosidades y glándulas que ayudan a eliminar estas partículas del aire, lo que reduce aún más el riesgo de infecciones respiratorias.

Mejora de la calidad del aire: Al respirar por la nariz, el aire que llega a los pulmones es más limpio y menos irritante para las vías respiratorias, lo que puede ser especialmente beneficioso para personas con alergias o asma. Además, la nariz también ayuda a calentar el aire que inhalamos, lo que puede ser especialmente beneficioso durante el invierno o en climas fríos.

Prevención de infecciones respiratorias: La nariz es un filtro natural que ayuda a prevenir la propagación de infecciones respiratorias como la gripe o el resfriado común. Las vellosidades y glándulas presentes en la nariz ayudan a atrapar y eliminar bacterias y otros patógenos del aire, lo que puede ayudar a prevenir la propagación de enfermedades.

Mejora de la salud dental: La respiración oral puede tener un impacto negativo en la salud dental, especialmente en los niños. Cuando respiramos por la boca, el aire seco y frío puede causar una disminución en la producción de saliva, lo que puede llevar a la formación de caries y otros problemas dentales. Además, la respiración oral también puede causar una mala alineación dental y problemas de mordida.

Reducción del estrés y la ansiedad: La respiración nasal profunda y lenta puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Al respirar por la nariz, se activa el sistema nervioso parasimpático, lo que puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial y promover la relajación. Además, la respiración nasal profunda también puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Mejora del sueño: La respiración nasal también puede mejorar la calidad del sueño. Cuando respiramos por la nariz, el aire que llega a los pulmones está más caliente y humidificado, lo que puede ayudar a prevenir la sequedad de garganta y los ronquidos. Además, la respiración nasal profunda y lenta puede ayudar a promover la relajación y reducir el estrés, lo que puede ayudar a conciliar el sueño más fácilmente.

En resumen, respirar por la nariz en lugar de por la boca tiene muchos beneficios para la salud. Ayuda a prevenir infecciones respiratorias, mejora la calidad del aire que inhalamos, mejora la salud dental, reduce el estrés y la ansiedad, y mejora la calidad del sueño.