Te dejo unos breves consejos que te ayudaran a crear el hábito e incorporar paulatinamente la practica de mindfulness a tu día a día.
- Descárgate una aplicación (app) para medir el tiempo. Parece una simpleza pero es importante. Poniéndote una alarma que te indique el final de la sesión estableces una tregua con tu mente. De lo contrario es fácil caer en la trampa de preguntarte continuamente “cuánto tiempo te queda».
- Lo más fácil y recomendable al principio es comenzar con audios de meditaciones guiadas. Enfrentarte en soledad al silencio e intentar mantener la concentración en el ejercicio es duro y difícil al principio. Se lo ponemos muy fácil a la mente en su empeño por desconcentrarnos durante la práctica. Yo te enviaré algunas, pero también puedes encontrar muchas en internet.
- Es preferible empezar la primera semana con meditaciones cortitas de entre 5 y 10 minutos pero hacerlo absolutamente todos los días. De hecho, mi recomendación es que toda la primera semana la dediques a realizar exclusivamente la meditación guiada que te he enviado de tres minutos, dos o tres veces al día.
- Es muy importante que a lo largo del día realices la práctica informal al menos tres veces. Tres instantes. Si te paras a pensar, te darás cuenta de la de los innumerables instantes perdidos que disponemos en el día. Multitud de instantes en los que únicamente esperamos y que la mente aprovecha para comenzar a saltar de pensamiento en pensamiento. Aprovechemos esos instantes para tomar el control de la atención. Mientras espero un ascensor, el semáforo en rojo, la máquina del café, el microondas, el PC encendiéndose.
- No te obsesiones al principio con la postura. Simplemente busca una postura cómoda. Que no te genere molestias. La mente se va a encargar de intentar desconcentrarnos y distraernos no sólo con exceso de pensamientos, sino con determinadas sensaciones molestas (dolores de espalda, picores, etc.) Cuanto más simple sea nuestra postura menos nos distraeremos con esas resistencias y eso al principio es importante, así que los primeros días utiliza la postura más cómoda para ti aunque no sea la más ortodoxa.
- Intenta no calificarte durante la práctica en estos días. No importa que lo estés haciendo bien o estés haciendo mal. Lo importante es que practiques aunque sean esos 5 o 10 minutos cada día. Ya vendrá poco a poco el momento de la calidad. Ahora buscamos la cantidad. Aunque sea poco tiempo, intenta que sea todos los días.
- Intenta que tu respiración sea abdominal y por la nariz, pero los primeros días no te obsesiones. Si esto te dificulta la práctica o te resulta incómodo, simplemente déjate llevar y respira a tu ritmo.
- No te obsesiones con la postura de las manos sobre todo las primeras semanas. Busca únicamente que tengan una posición simétrica y relajada. Hacia arriba, hacia abajo, da igual.
- No busques forzar tu horario habitual. Intenta encontrar esos 5 o 10 minutos para tu práctica formal en algún momento del día de forma que no tengas que alterar mucho tu dinámica diaria. Que no se conviertan en una carga. Es cierto que encontrar un horario idéntico todos los días, supone un patrón, y eso ayuda a generar el hábito, pero no te preocupes por ese tema en exceso al principio.
- No te importe estar todo el tiempo distrayéndote recibiendo los pensamientos. Lo importante es que te des cuenta y fuerces el volver a la respiración, aunque tengas que decirte mentalmente, estoy pensando en «tal cosa» y me acabo de distraer, voy a volver a mi respiración.
Y recuerda… la peor meditación es la que no se hace.
Besos y abrazos. Nacho
Nacho, eres un gran comunicador.
Haces todo muy fácil…
Gracias por tu generosidad….
Me parece que eres muy bueno porque yo nunca e meditado y siento muy buenas sensaciones Gracias Nacho